Unas líneas a propósito de las recientes declaraciones de Macri sobre los piropos

escribe hoy, Ludmila (Comunicación)

“A todas las mujeres les gustan que les digan un piropo (…), aquellas que dicen que no, que se ofenden, no les creo nada (…). No puede haber nada más lindo, por más que esté acompañado de una grosería, que te digan qué lindo culo que tenés, está todo bien”.

 

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Palabras fuertes, desconcertantes, nauseabundas. Tal y como están dadas las cosas en el mundo y construidos los sentidos comunes, podrían ser muchos, muchos hombres los autores de frases así. Pero esta vez la respuesta es más simple y está a la vista de todos: el verborrágico de turno, el responsable de tales palabras, fue nada menos que el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri.

El funcionario de los globos amarillos tenía que hablar en una radio de Ushuaia sobre su armado político en Tierra del Fuego, pero no pudo con su (falta de) genio y sintió el impulso de meter bocado sobre el tema que estaban tratando en el programa previamente a su intervención, los “piropos” callejeros y las campañas en su contra. Agregó también a sus repulsivas declaraciones que “ahora piropeo menos, porque mi mujer me mata, si veo una mujer linda hoy ,desde un lugar casi como un observador pasivo retirado, capaz que le digo, no hay nada más lindo que la belleza de la mujer, es para lo cual, casi, te diría, que los hombres respiramos”.

Lo que el derechoso Macri no parece entender es que en el país donde cada 35 horas se produce un femicidio; donde las mafias de las redes de trata secuestran y venden cual vulgar mercancía lo que él llama “la belleza de la mujer”, es decir, su cuerpo, su integridad y su calidad de persona y como sujeto; donde los abusos, violaciones y todo tipo de violencia de género son moneda corriente; donde desde los mismos gobernantes, nacionales y locales, desde el mismo Estado, se niega el elemental poder de decisión sobre sus cuerpos a las legítimas dueñas, cobrándose así la vida de cientos de mujeres cada año por abortar en clandestinidad; en ese país, en esa ciudad capital que Macri gobierna, en esa realidad global opresora y patriarcal que cada funcionario se encarga de reproducir, a las mujeres no nos gusta ni nos hace ninguna gracia que nos digan cosas cuando caminamos por la calle.

Pero más allá de las bizarras disculpas tribuneras que ofreció luego, no es de extrañar que se exprese de esa manera un personaje semejante, un capitalista ejemplar, porque el sistema económico y el patriarcado no están escindidos el uno del otro. El hecho de que las mujeres constituyamos más de la mitad de la población mundial y, sin embargo, seamos a su vez el 70% de los pobres del planeta y las poseedoras de tan sólo el 1% de la propiedad privada global no es un dato menor.  Las cifras de la riqueza es el único idioma que habla y entiende Mauricio Macri, y en ese rubro, en vista de la cantidad ínfima que se encuentra en manos femeninas, las mujeres sólo pueden ocupar un puesto: el de objetos o bien mercantilizables, o bien descartables.

Podemos ser “bendecidas” con la identidad de fuerza de trabajo, desde que nos incorporamos a la explotación del mercado laboral; o con la de garantizar parte de la ganancia capitalista que implicaría tener que mantener la reproducción de la fuerza de trabajo, que no es otra cosa que las labores domésticas no remuneradas, el hecho de ser “buenas amas de casa” y ser madres para realizarnos como mujeres; también pueden cosificarnos y reproducir nuestra imagen a través de los medios de masas generando cifras millonarias o bien ir más lejos aún y comercializar nuestros propios cuerpos, robarlos, someterlos, prostituirlos y, en el “mejor” de los casos, siempre podremos ser plausibles de recibir la identidad de un objeto de decoro, con el primer y único fin de recepcionar y satisfacer pasivamente la mirada, las palabras, el placer y la lascivia de los hombres, debiendo entonces sentirnos a gusto y considerarnos afortunadas porque “reconozcan” nuestra belleza y la expresen sea quien sea y como fuere.

Claro está que para el facho de Macri, que defendió al policía de la Metropolitana Miguel Ángel Colombo, imputado por protección de proxenetas y tratantes, pero que está a favor de endurecer penas para quienes deben ejercer la prostitución y que vetó el aborto no punible, las mujeres estamos bien encasilladas en ese lugar y, por tal motivo, “a todas las mujeres les gustan que les digan un piropo”. También es deducible que en los marcos de un sistema semejante, la emancipación de la mujer no puede darse si no es de la mano de una lucha consecuente y bien organizada en contra de todas las formas en que se manifiesta la explotación y la opresión. Los “piropos” son la cabeza de iceberg más banal del patriarcado, el machismo y la misoginia, pero no por ello menos agresivos sino que al contrario, por el hecho de estar profundamente naturalizados, es que le sirven más a ese sistema como legitimación. Las únicas que pueden llevar adelante un cambio son las propias mujeres, levantándose como sujetos y tomando en sus manos la lucha contra esos “roles” e imposiciones. Porque, como dijo alguna vez León Trotsky, “quienes luchan con más energía y persistencia por lo nuevo son quienes más han sufrido con lo viejo” y que “para cambiar nuestras condiciones de vida, debemos aprender a mirar a través de los ojos de las mujeres”.

 

 

10A Paro Activo Nacional: el CECSo en el piquete obrero de Panamericana

Crónica de una jornada histórica de lucha

por Ceci

3.30,  Desde la sede de Sociales Constitución

Mucho barullo recorría los pasillos de la sede de Sociales en Constitución. Se votó en asamblea hacer una vigilia para salir todos juntos a los piquetes obreros que protagonizarían los sectores obreros combativos y antiburócraticos junto a la izquierda y los estudiantes. Como parte de la conducción del CECSo dimos una discusión para concentrar las fuerzas en los cortes de Panamericana y Puente Pueyrredón.

Todos sabíamos que la jornada que empezaba era de lucha, en todos los sentidos. Había que arrancarle el paro a las direcciones burocráticas y traidoras que querían un paro “dominguero” sin movilización ni denuncias claras no sólo al gobierno sino al conjunto de las variantes patronales;  que de ser por ellas no se darían a conocer las decenas de fábricas en las que el sindicalismo combativo, y en particular nuestros compañeros del PTS, pelearon por las asambleas, para que se vote la adhesión al paro contra el ajuste, por paritarias libres, contra los despidos y suspensiones y por una pelea de honor para toda la clase obrera y la juventud combativa, como la de exigir la absolución inmediata de los petroleros de Las Heras.

3.30 am dejamos la sede de Constitución rumbo al km35 de la Panamericana. Allí nos encontraríamos con los trabajadores de Kraft, Pepsico, Stani, Lear, Donnelley, Kromberg, Fate, Volkswagen y decenas de fábricas más, preparados para llevar adelante uno de los piquetes obreros más importantes del día, clave para parar el corazón del capitalismo industrial.

 

5 am, Llegamos a la Pana

Todavía de noche. En la pana solo brillaban las luces. Ni un colectivo, ni una combi de esas que las patronales planeaban enviar para ningunear el paro. Rápido bajamos de los micros para entrelazar la adrenalina que teníamos acumulada con la de los más de 150 obreros de Donnelley, que ya estaban cortando a la altura de la fábrica. “Que cagazo, que cagazo, obreros y estudiantes como en el cordobazo!”, con ese cantito empezamos la marcha juntos, obreros y estudiantes hacia el km35.

Ese punto es sin dudas emblemático para muchos/as que allá por 2009,  repetíamos varias veces a la semana el mismo camino desde la Kraft hasta la pana, cuando cientos de obreros y obreras le pararon la mano a la multinacional yanki. Pero ayer era distinto. Cientos de trabajadores de distintas fábricas ya estaban concentrados, con sus banderas bien en alto: sus agrupaciones, sus internas y la más grande, por la absolución de los petroleros de Las Heras.

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La caminata recién empezaba y los enviados de Berni nos esperaban ansiosos. El gobierno nacional dio órdenes de no dejarnos pasar, no convenía que se escuchara que, antagónicamente a la burocracia de Moyano y Barrionuevo, los obreros combativos estaban dispuestos a pelear una voz independiente en esa jornada de lucha. Ni los perros, ni los hidrantes, ni sus bloqueos de columnas verdes lograron frenar que esa fusión de obreros y estudiantes, que tanto molesta a la burguesía y al gobierno, avanzara. A pocos metros ya estaban con nosotros los trabajadores/as de Kraft, Pepsico, Stani, Lear.

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Ya cerquita se veía el cartel:  KM 35. “La pana es nuestra, la yuta que lo parió!” invadía el aire.

Nos reorganizamos, armamos el cordón de seguridad pero ya estábamos todos saboreando el triunfo. Los trabajadores empezaron a prender fuego los neumáticos. La pana era nuestra.

 

6 am, La pana es nuestra

Durante las primeras horas después de haber derrotado los planes de Berni, la tensión se respiraba. A los celulares llegaban mensajes de los compañeros que se encontraban en los distintos cortes del país. El país estaba paralizado.

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Quizás suene muy grande que la pana fue nuestra. Fue de ellos, en verdad, de los obreros que se ponen de pie en sus lugares de trabajo, que se enfrentan a las patronales, que se organizan contra la burocracia y por eso no confían en el paro que llaman esos burócratas aliados de los empresarios, aquellos a los que  tienen que ver y enfrentar cada día. Ellos le gritaron jaque al gobierno. Y ahí estábamos nosotros, desde los Centros de Filosofía, Psicología y Sociales con los estudiantes que se convencieron de dar en común esta batalla importante. Pero estábamos ahí porque su lucha es nuestra lucha y entonces sí, ¡la pana fue nuestra!

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11.30 am, Si tocan a uno tocan a todos. Libertad al “loco” Medina, obrero de Donnelley

Aunque derrotados, los perros de Berni no quisieron irse con las manos vacías y montaron una provocación con infiltrados de civil. Se escucharon las balas de goma y al instante supimos que habían detenido al “loco” Medina, obrero de la gráfica Donnelley. Sus compañeros no lo dudan, son más de 150 que se convierten en una marea humana azul (el color de su uniforme). “Si no liberan al loco de acá no nos vamos más!”  Y nos inunda la bronca porque si tocan a uno tocan a todos/as.

Hasta las 11.30am la Panamericana altura Henry Ford estuvo paralizada. Después de unas palabras de los distintos referentes obreros que participaron del corte, bajamos para llevar las fuerzas a la comisaría y exigir la liberación del “loco”, a quien liberarán horas más tarde para reencontrarse con sus compañeros.

 

Fin de otra jornada, la lucha continúa.

Desde la Juventud del PTS nos sentimos parte una generación que empieza a organizarse porque no está dispuesta a aceptar el destino que nos proponen el gobierno y los partidos patronales. Sin embargo, durante años quisieron convencernos de que la clase obrera había muerto y no podíamos encontrar en ella una aliada para cambiar ese destino; también intentaron convencernos de que el “capitalismo humanizado” era la mejor opción con la que debíamos conformarnos, que es utópico hablar de revoluciones… más aún de hacerlas.

Muchos de nosotros empezamos a militar en medio de este sentido común. Pero muchos otros compañeros/as son parte de las nuevas generaciones a las que lo que empieza a resultarles utópico es seguir viviendo así. Porque nos sentimos parte de los 900 mil jóvenes “ni-ni” (que no trabajan ni estudian), porque nos duele la muerte de cada joven de las barriadas populares por el gatillo fácil, porque rechazamos los trabajadores precarios a los que solo puede acceder la juventud mientras millones no podrán acceder jamás a la Universidad de Buenos Aires. Somos parte de una generación que vuelve a ver a la clase obrera organizarse y no son sólo “sujetos de explotación”, sino protagonistas activos que ayer demostraron su capacidad potencial de paralizar un país entero.

Como parte de la conducción de los Centros de Estudiantes de Sociales, Psicología y Filosofía asumimos el desafío de pelear por esta unidad entre obreros y estudiantes para los tiempos por venir. Ayer fue un granito de arena en este camino pero sabemos que aún es el comienzo y queda mucho por hacer.

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En la UBA: Sociales, Filosofía y Psicología confluirán con los cortes y piquetes obreros.

Comunicado de Prensa ante el PARO GENERAL el 10A

(CABA, 9/04/2014) Tras días de intensa militancia, con numerosas discusiones en los cursos a las que se sumaron trabajadores de la alimentación, gráficos y docentes, que vinieron a compartir las peleas que vienen dando en sus sindicatos para sumarse al paro de forma activa, los estudiantes de Filosofía y Letras, Sociales y Psicología de la UBA, votaron en asamblea sumarse a la Jornada del 10A. En Psicología ya se votó la toma de la facultad durante la noche y por la tarde lo resolveremos los estudiantes de Sociales y Filosofía. La medida tiene como fin acompañar acompañar desde temprano a los sectores antiburocráticos y combativos de trabajadores en el corte que realizarán en Panamericana y Ford, el jueves a primera hora.

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«Sobran razones para que los estudiantes y los jóvenes apoyemos a los trabajadores que paran contra el gobierno y el ajuste. Devaluación, inflación y aumento de los servicios y transportes son un coctel explosivo, ¿quién puede llegar a fin de mes con el sueldo de un docente o en la situación de precarización laboral en la que vivimos la mayoría de los jóvenes?«, afirmó Jennifer Wainberg, presidenta del CEFyL y militante de la Juventud del PTS. Y agregó: «Rechazamos el discurso cínico del Gobierno y los empresarios que dicen que no hay plata, mientras Cristina le gira 5 mil millones de dólares a los saqueadores del REPSOL, y Scioli destina 600 millones para más policía, para más gatillo fácil y más regentes de redes de trata. Quieren que los jóvenes y los trabajadores paguemos su crisis. Pero los estudiantes rechazamos enérgicamente los linchamientos, que hoy utilizan contra los pobres y mañana lo van a utilizar contra las luchas de los trabajadores y los sectores populares, así como también denunciamos que son instigados por los medios de comunicación y los políticos patronales que quieren demonizar a la juventud de los barrios más pobres para fortalecer al aparato represivo. «.

 

Por su parte, Nicolás Vigarelli, Presidente del CECSo y también militante de la Juventud del PTS, añadió: «Es un paro que se va a sentir muy fuerte. Los trabajadores están hartos, lo demostró la gran huelga docente, y la burocracia tomó nota de eso. Por eso, no queremos un paro dominguero como quieren Moyano, Barrionuevo y Micheli. A contramano de sus métodos, nosotros resolvimos en asamblea sumarnos a los cortes y piquetes junto al sindicalismo combativo y antiburocrático; los compañeros de Kraft y Pepsico, los gráficos de Donnelley, la CI de la autopartista LEAR del SMATA, los compañeros del Subte de la Línea B, entre otros, levantando bien alta la bandera por la absolución de los petroleros de Las Heras«. Y concluyó: » A pesar de que a Cristina le molesten las banderas rojas se harán presentes en los cortes y piquetes también por la Absolución de los Petroleros de Las Heras condenados a cadena perpetua. En tiempos de crisis y ajuste es central que los estudiantes y los trabajadores enfrentemos esta injusta condena a los petroleros de Las Heras, con la que el gobierno quiere aleccionar al conjunto de la clase obrera y a la juventud que van a salir a luchar por lo que les corresponde.”

 

Jennifer Wainberg Presidenta del CEFyL y militante de la Juventud del PTS (1132611106)

Nicolás Vigarelli Presidente del CECSo y  militante de la Juventud del PTS (1537580574)